Somos un grupo de personas dedicado a la Virgen de Guadalupe.
Durante la pandemia del 2020 un pequeño grupo iniciamos el ROSARIO vía ZOOM y desde entonces lo hemos estado rezando de lunes a jueves a las 6:30 de la tarde, hora del Este.
Sentimos que una de las razones por la cual la Santísima Virgen nos ha permitido el rezo del Santo Rosario durante todo este tiempo ha sido por rezar Novenarios, en línea, por las personas que han fallecido. Por este medio (Zoom) se han unido amigos y familiares que viven tanto en Estados Unidos, como en la República Mexicana, o en otros países.
– Leo Duran Director, NOVA GUADALUPE
POR LOS BENEFICIOS DE REZAR EL ROSARIO
Consuelo en la intercesión de María
Al rezar el Rosario, estamos pidiendo la intercesión de la Virgen María, quien es nuestra Madre celestial. En las Escrituras, ella siempre intercede por nosotros, y en su compasión maternal, nos protege y guía hacia su Hijo. Esta certeza nos da paz, ya que sentimos que nuestras oraciones llegan al corazón de Dios a través de su mediación.
Recibir la gracia y protección de Dios
Cada Ave María, cada Padre Nuestro, es una súplica a Dios y una alabanza a María. La oración constante abre nuestros corazones a la gracia de Dios, que nos llena de paz y fortaleza para enfrentar nuestras pruebas. En la tradición católica, se cree que el Rosario es una poderosa arma espiritual que nos protege contra el mal y nos fortalece en la fe.
Confianza en los misterios divinos
Los misterios del Rosario nos llevan a contemplar la vida de Jesús y sus sufrimientos, desde la Encarnación hasta la Cruz. Esta meditación nos ayuda a comprender que Dios también ha pasado por sufrimientos y desafíos, y nos invita a unir nuestras propias penas a las de Cristo, encontrando así un sentido profundo y redentor en ellas.
Unión con la Santísima Trinidad
Rezar el Rosario también es una forma de profundizar nuestra unión con la Santísima Trinidad. Al meditar en la vida de Cristo, estamos participando en el amor eterno entre el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo, y esta comunión nos llena de la paz divina, que va más allá de lo terrenal y humano.